Fue criado originalmente para cazar todo tipo de ardillas y otros roedores.
La raza es amigable y en general se lleva bien con los niños, por lo que es conveniente para la vida doméstica.
Cuando las tribus ugrofinesas atravesaron Eurasia en dirección a Finlandia, llevaron con ellos perros Spitz.
A finales del siglo XIX dos deportistas finlandeses descubrieron algunos ejemplares que aparentemente no habían sido cruzados y los utilizaron para rescatar la raza.
Comienza a ser criado en Estados Unidos en los años 1960 y consigue ser reconocida por el American Kennel Club en 1988.