No debemos confundirlo con su variante americana de mayor tamaño, ya que son razas muy diferentes.
En España está incluido en la lista de perros potencialmente peligrosos por real decreto.
Durante la Segunda Guerra Mundial la policía ordenó que capturaran a todos los perros excepto el pastor alemán.
La piel del akita fue utilizada para confeccionar ropa militar, y su carne como alimento.
Para proteger la raza, algunos akitas fueron enviados a regiones pequeñas, donde los agricultores fingían tenerlos como perros de guardia, y otros, fueron cruzados con pastores alemanes.
El Akita inu es el más alto de los perros japoneses y ha sido símbolo de riqueza y prestigio (poseer un akita era un honor solo permitido a la nobleza) y símbolo o talismán de buena suerte (tanto que una estatuilla del akita se da cuando nace un bebé o cuando alguien se enferma).
Las orejas son relativamente pequeñas, triangulares y paradas, de preferencia si están inclinadas hacia adelante.
Los ojos son pequeños, a veces distantes entre sí, casi triangulares, de color café.
La cola es de implantación alta, gruesa y llevada vigorosamente enroscada sobre el lomo.
Tiene un carácter reservado y silencioso, permanecerá impasible en situaciones irritantes, de poca importancia.
Tendrá un carácter amistoso con las personas en general a no ser que demuestren malas intenciones.
En Japón, en el año 1987, se hizo una película llamada Hachikō Monogatari, basada en la historia real.