Si bien es una raza relativamente nueva se está volviendo popular, debido a su temperamento amigable y otras características.
Se cree que este perro llegó a Japón, posiblemente, alrededor de 400 a. C., llevado allí por comerciantes marinos.
Activo, leal e inteligente,[1] atento a su amo y al mundo que le rodea, hacen de este perro una buena mascota.
Esta raza de perros tiene doble pelaje: la capa externa incorpora una interna, la cual es muy densa y algodonosa.
Dependiendo de la zona en la que cada uno resida, estas mudas se producirán en épocas del año distintas, pero normalmente en primavera y otoño.