Sonata para piano n.º 29 (Beethoven)

[cita requerida] En su publicación, no tuvo una buena acogida por parte del público, y ningún pianista se atrevía a enfrentarse a tal sonata, ya que demanda técnicamente más del ejecutante que otras obras.Esta composición ha "tentado" a todos los grandes pianistas de los últimos cien años, e incluso a algunos como Artur Schnabel, que nunca quedaron del todo satisfechos con su ejecución.La versión en alemán es la que lleva el título Grosse Sonate für das Hammerklavier.Rodolfo era su amigo, su alumno y su mecenas más importante además de un consumado pianista.Las cinco últimas sonatas para piano de Beethoven llevaban esta misma denominación, pero sólo la del Op.El antiguo clave cuyo mecanismo era de cuerdas pulsadas no era una opción aceptable.Este segundo tema se acerca a su fin con la ejecución de un trino y una melodía, tocándolo todo con una sola mano.Tras la habitual repetición de ambos temas, el desarrollo está coronado por un pasaje fugado (otra constante en el periodo tardío) que se inicia a dos voces y termina a cuatro voces.Se cierra con una coda, en la que los grandes contrastes siguen presentes prácticamente hasta el final.Assai vivace, continúa en la tonalidad inicial, está en compás de 3/4 y adopta una forma ternaria.Al igual que en la Novena Sinfonía, el scherzo figura aquí en segundo lugar en vez de en el tercero habitual.Existe cierta analogía entre el comienzo del scherzo y el primer tema de la sonata.También aquí Beethoven transporta toda la melodía una octava hacia el registro agudo tras unos compases de presentación.En efecto, poco después de finalizar la composición y cuando el original estaba ya en manos del editor, el compositor le escribió diciéndole que en el inicio del Adagio debía añadir dos notas.Tras unos compases en los que el autor parece sentirse desorientado, comienza la segunda variación, construida magistralmente con una melodía en amplios intervalos.Como decía Beethoven, «componer fugas es lo más sencillo que hay, pero la imaginación también reclama sus derechos».En 1878 el filósofo alemán Friedrich Nietzsche había sugerido tal orquestación en su obra Humano, demasiado humano:[16]​ Por su parte, Charles Rosen calificó de "disparatados" los intentos de orquestar la obra.
Beethoven en 1815.
Bocetos manuscritos del movimiento lento de la Sonata Hammerklavier , c. 1818.
Portada de la primera edición de la Sonata Hammerklavier .
Archiduque Rodolfo, dedicatario de la pieza.