Sin embargo, a pesar de la interacción con antígeno, la célula B no se activa hasta ser estimulada por una línea de linfocitos T llamados linfocitos T cooperadores.
La dosis necesaria para la inmunización generalmente debe ser relativamente alta, óptimamente con la presencia de adyuvantes para los antígenos proteicos.
Estas median tanto la lisis de células marcadas con anticuerpos, como la inflamación localizada.
El principal efecto del sistema del complemento es la formación de un complejo de ataque a membrana, al estar C5b unido a membrana, este puede unir tanto C6, como C7 y C8 y se forma un gran complejo que recluta proteínas C9.
Estas últimas se organizan formando un poro en la membrana que producirá la muerte de la célula implicada.
Cuando un linfocito T citotóxico reconoce C5a, provocará la lisis de la célula si lleva unido C3a.