Sionismo cristiano

[3]​[4]​ El catolicismo tradicionalmente no prestó mucha atención al sionismo, pero el apoyo cristiano a dicho movimiento creció entre la comunidad protestante.

Igualmente, dicha nación judía, tendría una conexión basada en la Biblia, ya no a una tierra prometida espiritual o celestial, sino al territorio antes conocido como Canaán, luego Reino de Israel, posteriormente Judea y Samaria y que se dio a conocer como Palestina tras la invasión romana que tuvo lugar debido a la segunda sublevación judía (132-135 d. C.) con la que el imperio optó por tratar de borrar la relación del pueblo judío con algún territorio del orbe (Cohn-Sherbok, 2003).

Las mencionadas mayordomías, también conocidas como "dispensaciones" tendrían una duración y unos términos de relación entre Dios y el Hombre que son diferentes, cuya cantidad exacta se encuentra sujeta a diversas opiniones.

Lo dicho puede corroborarse tomando como ejemplo las iniciativas del partido judío ultraortodoxo Shas para penalizar la labor de predicación de los misioneros (Sela, 2007),[15]​ así como las diatribas legales a las que se han visto sometidos los judíos mesiánicos.

Sizer define el sionismo cristiano sobre la base de siete postulados: Este movimiento religioso hunde sus raíces en la Reforma protestante, en cuyo seno la santa Biblia fue enseñada dentro de un contexto histórico contemporáneo, atribuyéndosele un significado literal.

La escatología puritana, que llegó a ser dominante en el protestantismo estadounidense ya para finales del siglo XVII (piénsese en Jonathan Edwards y Cotton Mathers), asumió un carácter postmilenarista, enseñando que la conversión de los judíos traería consigo la bendición futura para toda la Humanidad.

Balfour trabajó estrechamente con el líder sionista Jaim Weizmann (que llegaría a ser el primer presidente del estado sionista de Israel) para producir lo que se conocería como la Declaración Balfour.

Mientras que los cristianos disfrutan de la Segunda Venida y la salvación del Milenio, sus aliados, los judíos, padecen un destino muy diferente: en el Armagedón dos tercios de los judíos mueren y el tercio restante se convierte al cristianismo, condición necesaria para la Segunda Venida.

Varios dispensacionalistas han jugado un papel básico en la definición del moderno sionismo cristiano.

Pastor sionista cristiano John Hagee con el rabino Shlomo Riskin y la viceministra de Asuntos Exteriores de Israel Tzipi Hotovely en noviembre de 2018.
El presidente brasileño Jair Bolsonaro con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu en Tel Aviv.
John Nelson Darby