El trabajó en obra durante e inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial.
Así que cuando se anunció en 1947 la Sinfonía n.º 6 la sorpresa y el interés fueron mucho mayores.
[4] La primera edición de la pieza fue llevada a cabo en 1948 por la editorial Oxford University Press en Londres.
Destaca por su lenguaje armónico inusualmente discordante, que recuerda a su Sinfonía n.° 4 en el enfoque, si no en la técnica, y por la inclusión de un saxofón tenor entre las maderas.
En varios aspectos esta obra marca el comienzo de sus experimentos con la orquestación que caracterizan su música tardía.
Su ritmo jazzístico desemboca en una solemne melodía tocada primero por las cuerdas y luego por los metales con marcados acentos percusivos.
El movimiento lento presenta un carácter espeluznante y amenazador que refleja un paisaje gélido.
La sensación general no es de diversión ya que la atmósfera es decididamente estridente y sarcástica.
La armonía, muy dominada por tritonos o quintas disminuidas, y la orquestación vuelven a la densidad del primer movimiento con una textura marcadamente fugada.
La melodía del saxofón se transforma en un clímax ruidoso y estridente planteado por la orquesta completa, en el que la música casi colapsa.
Los movimientos segundo y cuarto comparten el mismo tempo, aunque la sensación aquí es decididamente más lenta.
La estructura es vagamente fugada, pero no es demasiado perceptible para el oyente ya que todo se toca muy suavemente.
Esto hace que sea muy difícil de interpretar y la audiencia debe estar muy concentrada para no perder el hilo.
La música continúa a la deriva entre cuerdas y metales apagados, los primeros llevando la obra a un cierre angustioso mientras se balancean, casi inaudiblemente, entre acordes de mi bemol mayor y mi menor.
[4] No obstante, Vaughan Williams dudaba de su sinfonía y amenazó varias veces con romper los bocetos.
El compositor revisó ese movimiento en 1950; Boult lo grabó inmediatamente para HMV y esa nueva versión se incluyó en las siguientes ediciones de la grabación.