Sinfonía n.º 18 (Mozart)

El padre Leopold Mozart planeó la gira para exhibir a sus prodigiosos hijos, Wolfgang y Nannerl en las principales cortes europeas.

[4]​ Posteriormente Leopold y sus hijos pasaron en Viena varios meses de 1768 durante los cuales el joven maestro hizo un esfuerzo consciente por adaptar su estilo sinfónico a los gustos del público vienés, adoptando entre otras cosas la estructura en cuatro movimientos.

La primera edición fue llevada a cabo en 1880 por la editorial Breitkopf & Härtel en Leipzig, que publicó bajo la denominación Wolfgang Amadeus Mozarts Werke, Serie VIII, No.

Si este es el caso, el maestro austríaco sólo le proporcionó cuatro compases en el trío del minueto para que demostrase su valía.

En cualquier caso, al añadir un par adicionial de trompas en do alto en los movimientos primero, tercero y cuarto, una brillantez superior a la experimentada en la K. 114 habría sido percibida por todos.

Aunque no se encuentra entre sus trabajos más brillantes en el género, según Cummings, está muy bien construida teniendo en cuenta la juventud de Mozart.

El movimiento lento es un poco más animado de lo que parece sugerir su indicación de Andantino grazioso, pero sus gestos ligeros y su ritmo todavía bastante relajado hacen que su carácter algo pastoral contraste bien con la enérgica música del inicio.

Se caracteriza por frases irregulares, a veces planteadas con inusitada claridad, como al principio, u oscurecidas por la movilidad de las voces interiores, como en los sucesivos pasajes.

Tal vez el momento más impresionante se produce en el compás 89, cuando un par de trompas doblan a los violines primero y segundo.

Este movimiento lento tan logrado marca un hito que rara vez será superado en los años venideros.

Llama la atención la elección por primera vez del compasillo para un Finale, en lugar de compases que venían siendo más habituales como 3/8, 2/4, 6/8 y 12/8.

Mozart en 1770.
Wolfgang y Nannerl hacia 1763.