Como abogado trabajó estrechamente con las grandes empresas mineras e hizo fortuna.
También fue el Primer Vicepresidente del gobierno de Baptista, y en ese carácter presidió el Congreso Nacional.
Los liberales se opusieron a dicha ley y proclamaron en La Paz una junta federal.
Retornó a Bolivia durante el gobierno de Eliodoro Villazón, quien lo acreditó como ministro plenipotenciario en el Perú y en la Argentina.
Finalmente, en 1922 fue elegido Senador por Chuquisaca y llegó a ser presidente del Congreso Nacional.