Así, en la Gallaecia, como primer reino (regnum) de Europa con tal denominación, se consolida el primer paso hacia la estructuración del poder político en el espacio europeo medieval en reinos bajo la autoridad moral, cada vez más meramente teórica, de un emperador.En algunos pequeños estados africanos (Lesoto y Suazilandia, enclavados en la República Sudafricana) siguen manteniéndose monarquías tradicionales.[2] Lejos de esta concepción del rey como dios, aunque los Estados sean aconfesionales, algunas monarquías parlamentarias siguen vinculadas a una determinada religión.Ni siquiera en la Edad Moderna con todos los movimientos en el terreno religioso: la Reforma, la Contrarreforma, el luteranismo, el calvinismo, etc.El lugar y el periodo histórico en que surge el modelo que se designa con ese nombre (Europa Occidental durante el Antiguo Régimen, particularmente la monarquía francesa de Luis XIV en torno a 1700) no impide que puedan considerarse rasgos muy similares en otros momentos y lugares, y con otros títulos de realeza (emperador en distintas entidades políticas, basileus en el Imperio bizantino, zar en Imperio ruso, etc.).Estrictamente hablando, no hubo monarquías absolutas a partir de Carlomagno, pues en casi todos los reinos de Europa, los reyes mismos estaban supeditados a las Leyes del Reino.Si la cesión es por la mera voluntad del rey, no se considera una verdadera constitución, sino una carta otorgada (caso de Francia en la Restauración entre 1814 y 1830).El rey retiene así gran parte del poder, determinando un reparto de funciones en las que, principalmente, controla el poder ejecutivo.[5][6] En la monarquía parlamentaria, el gobierno es responsable ante el Parlamento, que es inequívocamente el depositario de la soberanía nacional.La evolución ha sido muy diferente según los países, y depende del derecho comparado.Sin embargo, los monarcas de países árabes tales como Marruecos siguen ostentando casi todo el poder en sus manos.En dos pequeños países europeos como Mónaco y Liechtenstein, ambos principados, se da este sistema híbrido.En cambio, no se suele utilizar el nombre del título en otras lenguas romances o en las germánicas.La denominación del título que ostenta un rey (cuyo valor protocolario suele ser considerado muy importante a efectos políticos y sociales) tiene una gran variación en el tiempo y en el espacio; utilizándose denominaciones muy diversas según la tradición local, la religión o la estructura jurídica o territorial del gobierno.
Retrato del
jesuita
español
Juan de Mariana
, autor de
De rege et regis institutione
(1599), obra en la que argumenta la legitimidad de una revolución o de la ejecución de un rey si actúa con tiranía.
Ejemplo de
corona real
, uno de los símbolos de monarquías europeas.