Bajo la dinastía XXI, los Mashauash, o libios (bereberes), que controlaban las fuerzas armadas del reino, se habían asentado en el delta del Nilo, en torno a Bubastis, hacia el año 1000 a. C. y, paulatinamente, habían extendido sus territorios hasta El Fayum.
Se rodeó de gente absolutamente fiel, a quienes situó en puestos estratégicos, reforzando así el poder real.
[3] El rey Sheshonq llevó a cabo un ambicioso programa de construcciones en Tebas y Menfis.
[9] Según los relatos bíblicos, para salvar su vida, Jeroboam huyó a Egipto del rey Salomón hasta que éste murió.
[11] Otros académicos como Israel Finkelstein consideran que esa narrativa es una construcción teológica más no una referencia histórica.