La Semana Santa en Castilla y León es, como en muchas otras comunidades autónomas españolas, una importante manifestación cultural y popular que gira en torno a la celebración religiosa cristiana de la Semana Santa.Por otra parte, la Semana Santa constituye, en Castilla y León, uno de los principales reclamos turísticos, que consiguen año a año atraer a decenas de miles de turistas, que llegan llamados por el carácter único de estas celebraciones.La primera y única celebración en conseguir la más alta distinción a nivel nacional hasta la fecha es la Semana Santa de Zamora, declarada Bien de Interés Cultural en 2014 por el gobierno español.[2][3] La Semana Santa vallisoletana, por su parte, fue la primera a nivel nacional en recibir el título de Interés Turístico Internacional en 1980, seguida por Zamora que recibió dicha condecoración en 1984.Por su parte, Astorga, Ponferrada, Burgos y Segovia gozan del distintivo de Interés Turístico Nacional.