Secretaría General del Jefe del Estado

Fue una de las principales instituciones que configuraron la primera organización gubernamental creada por Franco,[1]​[2]​ caracterizada por su provisionalidad[3]​ y dispersión.[4]​ Su existencia se desarrolló durante la Guerra Civil, y fue en todo momento dirigida por el hermano del Generalísimo, Nicolás Franco, quien tuvo así un considerable poder hasta que Ramón Serrano Suñer fue desplazándole poco a poco como principal colaborador del Caudillo.[3]​ La Junta Técnica del Estado se componía de una presidencia y siete comisiones.Su sede estaba en Burgos,[1]​ ciudad que también había albergado con anterioridad a la Junta de Defensa Nacional.Se comunicaría con Franco mediante despachos directos, si bien también podía delegar esta función en otras personas.Era extrovertido, amante de los placeres, pródigo con el dinero y aficionado a las mujeres.[22]​ Nicolás Franco ejercía como secretario político instalado en la planta baja, junto con otros colaboradores.[32]​ Puesto que Franco era la instancia suprema para todos los temas, todos los organismos debían enviar a la Secretaría los antecedentes de los asuntos que debieran ser aprobados por el Caudillo para «facilitar al jefe del Estado su despacho y conocimiento».[25]​ Se trataba de un organismo clave para el ejercicio del poder, pues todas las normas jurídicas de cualquier rango debían ser aprobadas por el jefe del Estado y, en consecuencia, debían pasar por su Secretaría.[1]​ En realidad, aunque Dávila presidiese la Junta, el verdadero poder estaba en manos del secretario general,[2]​ hasta el punto de que la Secretaría ha llegado a ser descrita como un «ministerio omnipotente»[33]​ y su titular como un auténtico primer ministro.[27]​ El sistema recuerda notablemente a la organización política de la antigua monarquía absoluta ya que, más que ministros, los colaboradores más importantes e inmediatos del dictador eran auténticos secretarios.Estos hábitos, y las largas esperas que debían soportar quienes despachaban con él desquiciaban a muchos.Nicolás Franco impuso una multa al diario vallisoletano El Norte de Castilla por publicar que su llegada podía dar lugar a «una nueva orientación política».En cambio, admiraba a su otro cuñado Ramón por ser persona culta y haber sido parlamentario.El peso político que tenía Serrano a causa de su relación con Franco se veía reforzado por su alto nivel intelectual.[39]​[40]​[41]​ Según Serrano, el provincialismo y la dispersión eran las características del sistema establecido.[4]​ Serrano sería el hombre clave para transformar ese débil entramado en la base del Nuevo Estado dándole orientación y contenido político.Aunque supuestamente tendría función legislativa, este órganismo no pasó de ser consultivo.[51]​ Nicolás Franco también intervino en las relaciones con Alemania cuando sus demandas de propiedad en 73 concesiones mineras gracias al dinero de la deuda que manejaba el consorcio Montana se vieron estorbadas por un decreto-ley aprobado en octubre.Los alemanes pidieron que se les equiparara con los españoles a los efectos de dicha norma.Los alemanes pretendían que toda la producción de hierro del recién conquistado norte se dirigiera a su país.Este volvió a rechazar una autorización en bloque aunque prometió estudiar individualmente cada caso.[55]​[28]​[56]​ Aunque este tardó en poner en práctica el consejo, ya desde octubre anunció la próxima formación de un ejecutivo propiamente dicho.[28]​ Una vez culminada la conquista del Norte, Franco trasladó su Cuartel General a Burgos, donde se estableció en la quinta de los condes de Muguiro, una residencia más amplia y adecuada que el palacio episcopal salmantino.
Franco en 1940. La Secretaría General estaba a su servicio y el general actuaba como jefe del Estado.
La entrevista de Nicolás Franco con Mussolini hizo que este ordenara a sus submarinos torpedear los barcos que portaban material para el bando republicano .
El palacio de los condes de Mugiro albergó la Secretaría durante su estancia en Burgos .