Trabajó desde los doce años, primero como mensajero y luego como pintor de carros.
A los 15 años se afilió al Sindicato Obreros Constructores de Carruajes, siendo despedido e incluido en una lista negra por participar en una huelga en 1906.
Simultáneamente fue redactor del periódico El Obrero Constructor de Rodados hasta 1910.
[1] En esa primera década del siglo, Marotta se sumó a la corriente sindicalista revolucionaria, que venía formándose en el seno del Partido Socialista desde 1905 y que terminó de independizarse en 1909.
Integró el Consejo Federal de la CORA y luego fue elegido secretario general hasta su disolución en 1914.
Desempeñó un papel decisivo en las huelgas marítimas y ferroviarias de 1917 y 1918, que fueron resueltas favorablemente para los intereses obreros debido a las gestiones mediadoras de Hipólito Yrigoyen, adoptando así una nueva política frente a los conflictos sociales.
Marotta deja por unos años la militancia sindical y se muda a Tres Arroyos, donde trabajó como linotipista.
Ese mismo año fundó el Club Voluntad junto a otros sindicalistas como Alejandro Silvetti, Ruggiero Rúgilo, Andrés Cabona, Luis Gay y Atilio Bramuglia.
Sus cenizas fueron arrojadas al Río de la Plata, cumpliendo su última voluntad.