[3] Luego de tres años en cautiverio, en 1820 consiguen fugarse a Montevideo, y luego a Río de Janeiro, donde son asistidos en dinero por un funcionario español que se encontraba en el lugar, para apoyar su tránsito a la península, donde llegan en octubre de ese año.
En este episodio es tomado prisionero y descartado del Ejército, siendo liberado poco tiempo después.
[5] Durante las décadas del 40′ y 50′ desempeña distintos cargos como coronel del Ejército español en España, Cuba y Puerto Rico, antes de decidir su retorno a Chile en 1858, a la edad de 69 años.
En 1864 es involucrado en una conspiración para entregar Chiloé a las fragatas españolas durante la guerra hispano-sudamericana en curso, aunque se desconoce la veracidad de dicha acusación.
La llamativa vida de Santiago Barrientos fue reconocida en el ámbito nacional chileno por Benjamín Vicuña Mackenna, quien le dedicó el texto "Santiago Barrientos: La vida de un valiente".