Esta obra realmente debería titularse San Buenaventura en Viterbo, inspirado por el ángel, para la designación del papa Gregorio X.
[3] Buenaventura es representado joven, a pesar de su edad real en aquella época.
Aparece arrodillado, en primer plano, con las manos juntas en oración, y con una intensa expresión de arrobo.
Su espalda forma una diagonal, en lo alto de la cual hay un rompimiento de gloria con un ángel mancebo, cuya mano derecha parece indicar que el futuro Papa se encuentra lejos, en Tierra Santa.
Detrás del santo, un grueso y oscuro pilar divide la composición en dos zonas.