Buenaventura de Bagnoregio, o san Buenaventura, llamado por su talante «el doctor seráfico», fue un místico, doctor de la Iglesia y teólogo franciscano, obispo y cardenal italiano, que participó en la elección del papa Gregorio X.
San Buenaventura falleció durante las sesiones del concilio, quizás debido al excesivo agotamiento físico y mental impuesto por el debate.
[2] En ocasión del concilio, Buenaventura tenía 53 años, pero Zurbarán lo representa joven, quizás para remarcar su proverbial afabilidad.
La composición evidencia el ascendiente del Buenaventura sobre los reunidos: el gesto de su mano derecha significa aprobación, mientras que los que lo rodean extienden sus manos abiertas, en señal de adhesión a su autoridad.
La composición forma una perspectiva oblicua, marcada por las dos figuras en primer término, el borde de la tarima y por el porche abierto al exterior.