Salsa brava

Originaria de Madrid y extendida a toda España, la salsa brava tiene un amplio rango de variantes dependiendo del lugar o del cocinero, aunque existen dos variantes principales: El aceite de oliva sirve como agente emulsionante para que quede una salsa más cremosa, y también es común usar caldo para sazonar.

El origen de esta salsa se desconoce con precisión, aunque debe ser relativamente moderna ya que sólo comienza a verse escrita en bares y recetarios desde bien entrada la posguerra, a finales de los años 1950.

[7]​[8]​ Se volvió una salsa muy popular para acompañar las patatas, extendiéndose por toda España entre los 60 y 70.

Se cree que la receta sin tomate es la original, la cual obtiene su color anaranjado únicamente por el pimentón.

[10]​ Posiblemente la referencia más antigua escrita en una publicación sobre las patatas bravas sea Vivir en Madrid (1967) de Luis Carandell.

Patatas bravas