Sabacio

[2]​ Su culto durante la era romana se encontró en Jonia, Bitinia, Lidia, Licia y Frigia Epiktetos, y en una amplia área del Mediterráneo, si bien no parece haber sido particularmente notable ni haber atraído gran número de seguidores.

[1]​ Una ofrenda votiva característica fue la imagen de una mano humana adornada con varios símbolos y con dos dedos levantados como para ofrecer una bendición.

En las inscripciones griegas y latinas suele ser mencionado con los epítetos: «santo», «invencible» o «grande» por ejemplo: Sancto deo Sabazio.

Parece probable que los frigios migrantes se llevaron a Sabacio consigo cuando se asentaron en Anatolia a comienzos del primer milenio a. C., y que los orígenes del dios deban buscarse en Macedonia y Tracia.

Se cree que el antiguo santuario de Perperikon en la actual Bulgaria era en honor a Sabacio.

Un posible conflicto temprano entre Sabacio y sus seguidores y la diosa madre indígena de Frigia (Cibeles) puede estar reflejado en la breve referencia que hace Homero a las juveniles hazañas de Príamo, quien ayudó a los frigios en sus batallas contra las Amazonas.

En general, se cree que el abuelo del joven emperador procedía de una familia anatolia, debido a su inusual cognomen, Gordianus.

[1]​ El enfoque naturalmente sincrético de la religión griega difuminó las distinciones entre Sabacio y sus deidades propias.

Para Alejandro Polihistor, en Tracia el sol (Apolo) y Liber (Dioniso) son la misma deidad – Sabacio.

Mucho más tarde, la enciclopedia griega bizantina Suda (c. siglo X), afirma rotundamente queSabacio ... es el mismo que Dioniso.

Adquirió esta forma de epíteto del rito que le corresponde; pues los bárbaros llaman «sabazein» al grito báquico.

[15]​Según académicos modernos, no se ha localizado ni un solo templo consagrado a Sabacio, el dios jinete del aire libre, en yacimientos romanos, aunque una inscripción construida en el muro de la iglesia abacial de San Venanzio en Ceperana le sugirió a un humanista del Renacimiento[16]​ que había sido construida sobre los cimientos de un templo a Júpiter Sabacio.

[18]​ Durante la era imperial romana, se encuentran dedicaciones a Sabacio en muchas partes del Imperio romano, incluyendo Tracia, Italia, África y Galia, pero la escasa evidencia sugiere que su culto nunca atrajo un gran número de seguidores.

En primer lugar, la similitud fonética, entre el nombre Sabacio y la advocación hebrea «Yahveh Sebaoth».

Es posible también que el nombre del día de reposo, Sabbat, sagrado para los judíos contribuyera a esta identificación.

Su culto era iniciático e implicaba una procesión en la que los fieles llevaban y agitaban una serpiente o una mano decorada con referencias al animal.

Sin embargo, es necesario tomar estas afirmaciones con cautela, en tanto se ha sugerido los gritos estáticos y los rituales usando serpientes mencionados por Demóstenes pueden reflejar un ataque político más que una práctica de culto real.

[1]​ Según Roller, en esto el culto a Sabacio era típico de muchos cultos a deidades no griegas, especialmente en el Pireo, y la evidencia no muestra que haya atraído un gran número de seguidores.

Mano usada en el culto de Sabacio, de bronce de época romana (siglo I d.C) encontrada en la Isla de Escombreras (Cartagena) y conservada en el Museo Nacional de Arqueología Subacuática . Se diseñaban manos decoradadas con símbolos religiosos para que se erigieran en santuarios o para ser añadidas a varas para ser usadas en procesiones.
Jinete tracio, Museo Nacional de Historia de Rumanía