Síndrome mieloproliferativo crónico
El concepto de enfermedad mieloproliferativa fue propuesto por primera vez en 1951, por el hematólogo William Dameshek.Los progenitores de la serie linfoide originan linfocitos B y T, pero esta línea no causa enfermedades mieloproliferativas.La línea linfoide puede producir enfermedades similares, como los linfomas, ciertas leucemias y mieloma múltiple.Con el descubrimiento de la mutación JAK2 V617F en 2005, salió a luz nueva evidencia que sugiere una patogénesis común para las enfermedades mieloproliferativas negativas para el cromosoma Filadelfia.[4] La mutación del gen JAK2, situado en el cromosoma 9, ocurre por sustitución de una valina por una fenilalanina en el codón 617.La fibrosis de la médula ósea se detecta en algunos pacientes con leucemia mieloide crónica y policitemia vera.Los estudios citogenéticos pueden detectar la presencia o ausencia del cromosoma Filadelfia.