Roberto Conesa

[4]​[9]​[10]​ Algunos personajes destacados que recuerdan haber pasado por sus manos son el sindicalista Marcelino Camacho[11]​ y el escritor Fernando Sánchez Dragó.

También parece haber estado implicado en el asesinato-montaje policial del Caso Scala contra la CNT en los primeros años de la incipiente democracia.

Años más tarde Conesa, destinado en Valencia, torturó al militante comunista Pedro Vicente.

[13]​ En los últimos años del franquismo, el también policía Antonio González Pacheco alias Billy el niño se destacó como mano derecha de Conesa.

A su entierro, ocurrido en plena huelga general en España, no acudió ningún representante del Gobierno español.

Jorge Semprún en su novela Veinte años y un día (Tusquets, 2011) también hace aparecer como personaje al comisario Conesa llamándole Roberto Sabuesa.