Estudió con el compositor húngaro Zoltan Kodaly y trabajó en la Ópera de Dresde.
Desde 1936 dirigió óperas en el primer coliseo argentino, la primera fue Alcestes (de Gluck), en la que reemplazó a Héctor Panizza.
Durante la dictadura de la Revolución Libertadora fue marginado junto a los músicos que temían integrar las orquestas que él dirigía o ejecutar obras suyas.
[1] Hasta 1968 Kinsky condujo ―entre otras― las óperas Armida, Aurora, La novia vendida, Hansel y Gretel, El rapto de Lucrecia, Ariadna en Naxos, Boris Godunov, Las bodas de Fígaro y Salomé (con Birgit Nilsson).
[2] Fue director de estudios del teatro Colón y se dedicó a la docencia.