Con el fin de promocionar a directores, compositores y músicos locales, todos designados por concurso el gobierno peronista creó la sinfónica.
Aunque su repertorio es eminentemente clásico e incluso barroco, la orquesta ha incursionado en géneros como los del tango, el pop y el jazz entre otros.
En 2015, durante el gobierno de Férnandez tras 67 años la orquesta logró un espacio propio en el centro cultural Néstor Kirchner.
El destacado director chileno Francisco Retting volvió a su país y finalmente el Ministerio de Cultura canceló conciertos.
La sala denominada "La ballena azul" (actualmente "Sala Sinfónica") ubicada en el segundo piso del mencionado centro cultural y diseñada especialmente para conciertos sinfónicos, constituye a partir de esta primera presentación, la nueva sede artística de este organismo.
Con esta designación se saldó una vieja deuda que las diferentes administraciones tenían pendientes con esta orquesta desde su misma fundación.