Entre las proteínas sintetizadas y soltadas del tejido adiposo (adiponectina, angiotensina, estradiol, IL-6, leptina, PAI-1, TNF- α), la resistina es una citoquina cuyo papel fisiológico ha sido el sujeto de mucha controversia respecto a su participación en la obesidad y la diabetes mellitus tipo 2 (T2DM).
La resistina fue encontrada para ser producida y soltada del tejido adiposo para realizar funciones endocrinas implicadas en la resistencia a la insulina.
[1][2][3][4][5] Desde estas observaciones, investigación adicional ha relacionado la resistina a otros sistemas fisiológicos como la inflamación y la homeostasis energética.
El conjunto de todos los resultados mencionados sugiere que la resistina puede ser una conexión en la bien conocida asociación entre la inflamación y la resistencia a la insulina.
[17] En coherencia, si la resistina sirve verdaderamente como una conexión entre la obesidad y la Diabetes Mellitus Tipo 2 (T2DM), al mismo tiempo que contribuye a la respuesta inflamatoria, entonces deberíamos observar también un incremento proporcional en la inflamación crónica asociada con la obesidad y la resistencia a la insulina.
De hecho, datos recientes han mostrado que esta posibilidad es real al demostrar una correlación positiva entre obesidad, resistencia a la insulina e inflamación crónica, la cual se cree que está dirigido en parte por las señales de la resistina.
[24] Este hecho asume la existencia de implicaciones significativas en la bien conocida conexión entre la obesidad central y la resistencia a la insulina; peculiaridades señaladas del T2DM.
Muchos investigadores en sus respectivos estudios han demostrado que este es el caso, encontrando una correlación positiva entre los niveles de resistina y la resistencia a la insulina.
[26][27][28][29] Este descubrimiento fue ampliamente demostrado por estudios que confirman una directa correlación entre los niveles de resistina y los sujetos con diabetes tipo 2.
Sin embargo, esta teoría carece del soporte de la comunidad científica en su totalidad puesto que continúan emergiendo estudios con evidencias contradictorias.
Los segmentos con conformación hélice alfa están asociados formando tres colas y la superficie expuesta al exterior se une a los otros hexámeros mediante la formación de enlaces disulfuros.