Los Ruiz, que se apellidaron León hasta mediados del siglo XVII, ejercieron muy variadas profesiones, desde latoneros a concejales de ayuntamientos.
El abuelo materno terminó siendo perseguido por la justicia por un desfalco, huyó a Cuba y constituyó una nueva familia.
Sin embargo, algunos investigadores como Ricardo Huelín y Ruiz Blasco sostienen que fue bautizado en la ya desaparecida iglesia de la Merced, más cercana.
Viviendo en la plaza de la Merced pintó El picador amarillo (con ocho años), Palomar y dibujos a lápiz del Hércules con la Manzana.
La familia de Picasso se refugia en la casa del pintor Muñoz Degrain.
En 1895, recibe la asignación económica de su tío Salvador, gracias a esto, instala un taller en la ciudad.
En la época árabe quedaba fuera del recinto amurallado y se celebran el mercado de la ciudad.
Este edificio constituye en la actualidad la sede de la Fundación Picasso Museo Casa Natal.
Sin embargo, fue aquí donde tuvo su primera vía de contacto con los estudios clásicos y con el ambiente didáctico que se respiraba en sus aulas.
Ubicado sobre el antiguo convento de San Francisco era un lugar muy frecuentado por Picasso y su padre.
Según él mismo, lo que más le gustaba de pequeño era dibujar.
Conocidos son sus dibujos de palomas, tema habitual en el pintor, bien a imitación de la obra del padre, bien tras la observación directa y el dibujo rápido como método práctico.
Paloma y Perro son otras dos piezas de infancia, realizadas como un juego recortable por el que Picasso muestra ya su habilidad en cuanto a la representación de las formas a una edad tan temprana.
Realizado con una figura que había en su casa como modelo, muestra ya las inquietudes por la perfección en el dibujo clásico del joven Picasso.
Respecto a esto, él mismo comentó: …nunca hice dibujos de niño.
Fue un verdadero dibujo que representaba a Hércules con su clava (PARMELIN, H., Habla Picasso, Gustavo Gili, Barcelona, 1968, pág.
1895 Durante su estancia en La Coruña, no fue hasta el año siguiente de su llegada, 1892-1893, cuando Picasso comenzara sus estudios oficiales en Bellas Artes.
Allí se dedicó fundamentalmente a la copia de dibujos y modelos clásicos.
Este mismo tío fue el que sufragó los estudios de Bellas Artes en Madrid.
De este retrato se conservan numerosos bocetos y dibujos preparatorios.
A él se le unieron el secretario de la Academia de San Telmo, Baltasar Peña, junto al pintor Saura y los arquitectos Chueca y Salas, todos ellos comandados por Lafuente Ferrari.