La finalidad de la reducción es que la salsa o caldo posea un sabor más concentrado y logre "cuerpo".
Al ser una técnica culinaria básica su origen es incierto, y puede haberse realizado en diversas culturas a lo largo del mundo.
No obstante es la cocina francesa y sus gastrónomos los primeros en documentar el proceso en el siglo XIX.
Documentan como el proceso de reducción concentra sabores, y permite emplearlos como condimentos.
A finales del siglo XX esta técnica se expande a lo largo de las diversas cocinas del mundo y se emplea en la generación de salsas con sabor 'potenciado'.