Recapitalización de las entidades financieras en España

Con el paso del tiempo estos porcentajes evolucionaron desde valores genéricos a valores más concretos, en función del tipo de activo, a la vez que se hicieron más elevados.

Para atenuar los efectos de la crisis económica mundial en la economía de España, y en particular en sus entidades financieras, el primer impulso que dio el gobierno se hizo para facilitar capital a las entidades mediante préstamos a cambio de que éstas lo destinaran a sus clientes.

Hasta ahora, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha tenido tres etapas.

Este fondo continúa activo y su utilidad se ha extendido a las operaciones de capitalización desde 2011.

Es el principal instrumento público que tienen las entidades para obtener capital, cuando no lo pueden hacer por sus propios medios.

El commons equity tier 1[12]​ es la medida principal de fortaleza financiera de una entidad bancaria o similar establecido en el acuerdo de capital Basilea I que trata proporcionar protección contra pérdidas inesperadas, al igual que los procesos contables ofrecen para las pérdidas esperadas del ejercicio en curso que están cubiertas por provisiones, reservas y ganancias del año.

Si el capital principal no alcanza un determinado porcentaje, expresado en la siguiente tabla, el banco deberá constituir una provisión de capital principal adicional (colchón en la jerga bancaria) por la diferencia.

También estaba previsto que las entidades que lo considerasen necesario, recurrieran al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) solicitando un préstamo mediante la compra por el Fondo de obligaciones convertibles en acciones.

Se trataba de "un préstamo en condiciones muy favorables" que se iba a inyectar en las entidades financieras a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), el cual actuaría como "agente intermediario del Gobierno y sería el receptor final de los fondos".

La cifra ofrecida por el Eurogrupo fue 100.000 millones de euros como límite.

Las otras tres entidades que necesitaban capital eran Banco Popular (que no surgió de ninguna caja) (3.223 millones), Banco Mare Nostrum (BMN) (2.208 millones) y el grupo formado por Ibercaja Banco, Caja3 y Liberbank (cuya fusión finalmente no se llevó a cabo) (2.108 millones), las cuales tendrían que captar recursos del mercado, o de lo contrario sufrirían el estigma de recibir ayudas públicas.

Las cuatro entidades nacionalizadas se venderían, una vez recapitalizadas, en una subasta competitiva.

La red de sucursales se reduciría a la mitad en los próximos cinco años en comparación con 2010.

Banco Mare Nostrum (BMN) recibió 730 millones del fondo de ayuda.

Deberían orientar su modelo empresarial para centrarlo en el negocio minorista y la concesión de préstamos a las pymes en las regiones en las que habían operado tradicionalmente.

Dejarían de prestar dinero a proyectos inmobiliarios, o mantendrían una actividad marginal en este ámbito, y limitarían su presencia en el negocio de banca mayorista.

España se comprometió a vender Banco CEISS y a que Liberbank y Banco Mare Nostrum (BMN) cotizaran en bolsa antes de que finalizara el período de reestructuración.

La sociedad podrá emitir obligaciones y valores que reconozcan o creen deuda.

El ajuste por estos conceptos llevaría a una estimación de los recursos netos destinados al apoyo del sistema financiero que se sitúa en 42.561 millones aportados por el FROB y 23.164 millones por el propio sector a través del FGDEC.

Estos importes no incorporan los intereses obtenidos, ni los gastos incurridos.

En total, 56.844 millones (54.353 (capital e híbridos), 893 (EPA) y 1.598 (garantías)).

Sede de CajaSur , caja de ahorros de Córdoba, que tuvo que ser intervenida en mayo de 2010.