Posteriormente, fue subastado y vendido a BBVA por la cantidad simbólica de 1 euro.
Unnim Caixa, adaptándose a la nueva normativa, el 14 de julio de 2011 constituyó un banco del cual sería su único propietario, al cual llamó Unnim Banc.
Al usar ambas entidades el mismo nombre y ser filiales, la transferencia se hizo de forma transparente a los clientes, ya que el banco operó con la misma marca e imagen corporativa que venía haciéndolo la caja hasta entonces.
[3] En concreto, Unnim Banc recibió 568 millones en forma de capital por parte del FROB.
[4] La nacionalización de Unnim Banc suponía que el FROB sería su nuevo único propietario, por lo que Unnim Caixa quedaba expulsada del banco que ella misma había creado, y, por ende, también se quedaba sin su única fuente de ingresos, dejando en una situación incierta a la caja de ahorros y eliminando desde ese momento cualquier relación entre Unnim Banc y Unnim Caixa.
Otras entidades que en principio aparecían como favoritas, como Ibercaja y el Banco Popular, o incluso el Banco Santander, que también pujaba en la subasta, sí habrían solicitado ayudas de liquidez.