Rebelión de Veracruz (1827)

En el estado de Veracruz, donde el Partido Escocés mantenía una preponderancia sobre los yorkinos por la influencia que tenían los españoles acaudalados para con el gobernador y la legislatura local se juzgaron fuertes los escoceses, declarándose en abierta hostilidad con el gobierno, como cuando se nombró comisario del estado a Ignacio Esteva y fue éste expulsado por la legislatura local en sesiones extraordinarias.

Por si fuera poco, luego de esta pena donde no existía delito alguno, el general Miguel Barragán como gobernador y comandante militar publicó el anticonstitucional decreto, lo comunicó a Esteva y al verificarlo manifestó que en caso de ser necesario emplearía la fuerza para hacerlo cumplir.

Los excesos cometidos en Veracruz por el Partido Escocés, la expulsión de Esteva, su disgusto por las leyes federales y los procedimientos contra el orden constitucional que prohibía a los cuerpos legislativos imponer penas a los ciudadanos, aumentaron el desagrado en México por ese partido y ayudaron al yorkino a desacreditar al otro.

Es entonces, que enterado Guadalupe Victoria de este hecho envió al general Vicente Guerrero a Xalapa, residencia de los poderes del Estado y lugar donde se encontraban los sublevados.

Se dio entonces un hecho similar al que sucedió durante la Rebelión de Hernández, ya que por la popularidad de Guerrero, con la sola presencia del mismo los disidentes acordaron aplazar sus proyectos revolucionarios, terminando así las disidencias y retractándose de lo hecho Santa Anna, Barragán y demás jefes opuestos al gobierno, que luego protestaron obedecer al gobierno y levantar el antema sobre Ignacio Esteva.