En ambas ocasiones, el presidente de México Guadalupe Victoria, rechazó la venta del territorio fronterizo.
[5] La ley prohibió explícitamente cualquier nueva inmigración desde los Estados Unidos hacia Texas.
[5] Los convictos serían enviados a Texas para construir fortificaciones y carreteras para estimular el comercio.
[5] Otras partes de la ley fueron dirigidas a los que ya vivían en Texas.
Entre las disposiciones estuvo una orden a Texas para cumplir con la proclamación de emancipación o enfrentar una intervención militar.