Rebelión de Nicolás Bravo
En el valle de Toluca, por ejemplo, Pascual Muñiz y Ramón Parres levantaron otro tanto con 2000 hombres.En contra, por ejemplo se encontraban Félix Lope de Vergara, Miguel González Caraalmuro y Juan Ignacio Castorena.Victoria escribió a su ministro: "Para que se justifiquen, las providencias del gobierno contra el señor Bravo, es indispensable que él mismo ponga en evidencia su conducta a los ojos de la nación".El ministro Manuel Gómez Pedraza no desperdició un momento, disponiendo que al norte de la capital, centro de las fuerzas sublevadas se reuniese una fuerte división de soldados al mando del general Vicente Guerrero, yorkino que marchó rápidamente a ocupar su puesto, pues consideraba que del éxito de la primera batalla dependía la existencia del gobierno y del partido que lo apoyaba.A diferencia de los demás, Bravo marchó a Tulancingo, lugar muy débil como punto militar, en vez de emprender su marcha hacia el sur, donde contaba con numerosas simpatías y con puntos más estratégicos para enfrentar mejor la resistencia.Para fortuna del gobierno de entonces, la rápida derrota de Nicolás Bravo en Tulancingo hizo que la escena cambiara, y que el gobernador Miguel Barragán, que se encontraba organizando fuerzas en Veracruz, abandonara el puesto al saber que el coronel Juan José Azcárate y el Coronel Crisanto Castro, con 200 infantes y 400 a caballo respectivamente, y dos piezas de artillería intentaban atarcarlo.En Orizaba, aunque se intentó secundar el movimiento, no pudieron lograr nada.En San Luis Potosí la rebelión fue promovida por José Gabriel de Armijo y el coronel Antonio Gaona, quienes, viendo malogrados sus intentos tuvieron que huir.A Gaona se le hizo prisionero en el punto de Horcasitas.En este movimiento sedisioso también figuró el general Mariano Paredes y Arrillaga.Armijo, por su parte, tuvo que quedarse en México por causa de una enfermedad avanzada.