Según la tradición, en este lugar se habrían refugiado don Pelayo y sus hombres durante la Batalla de Covadonga.
Junto a la basílica se encuentra la Casa Capitular del Monasterio de San Pedro, que incluye sala capitular, biblioteca y salón de recepciones.
Estos niños se forman académica y musicalmente en un internado de las Carmelitas Mensajeras del Espíritu Santo.
Su escultor fue el italiano Francesco Saverio Sortini y fue fundida en 1889 en los Talleres del Conde.
Fue erigido en 1857 por los duques de Montpensier y lleva la siguiente inscripción: