Ramón Oliva
Presenta tres grandes parterres, dos laterales y uno central, separados por caminos de sablón.El primero está situado en la confluencia entre los ríos Pisuerga y Esgueva.El terreno se remonta al siglo XVI, cuando era una de las entradas a la ciudad, y en el siglo XVIII empezó a ajardinarse, aunque su actual trazado se diseñó en 1877 por iniciativa del alcalde Miguel Íscar, quien encargó el proyecto a Oliva, ayudado por Francisco Sabadell.También hay varios monumentos, dedicados a Miguel Íscar, Gaspar Núñez de Arce y Rosa Chacel.[1] Como empresario fue propietario del vivero Ca n'Oliva, en San Martín de Provensals, que legó a su hijo Ramón, quien siguió sus pasos.