Los intentos del Gobierno de Salvación Nacional colaboracionista y los alemanes presentes en el área por aplacar la rebelión fueron infructuosos, por lo cual a finales de septiembre del mismo año, la Alemania nazi envía una fuerza de 80.000 soldados, comenzando la primera ofensiva en Serbia Occidental y Šumadija, llevando a cabo masacres en Kragujevac, Kraljevo y Šabac.
Paralelamente a esto, había hostilidades entre los partisanos yugoslavos y los Chetniks.
Superados por las fuerzas ocupantes, los líderes partisanos se vieron forzados a huir a la región del Sandžak y el este de Bosnia.
Junto a los partisanos de Montenegro, Bosnia Oriental y el Sandžak pudieron liberar prácticamente todo el territorio serbio a finales de aquel año.
Para fin de año, toda Serbia estaba libre del control nazi.