Bajo un punto de vista normativo, algunos usos son considerados incorrectos en determinados idiomas.
En este sentido, y tal y como sucede en la poesía, desde hace más de un siglo, no existen normas exactas para regular el correcto uso de los signos en las partituras, tanto narrativas como poéticas.
Si la finalidad última es la comunicación y los factores o situación comunicativa, la intencionalidad, etc, podría resultar paradójico encontrarse con licencias ortográficas que no respetan el modo convencional de escritura que, sin embargo, expresan los conceptos y los ritmos internos, invisibles de otra manera.
Esto se debe a que todo el morfema o palabra generalmente se agrupa en un solo glifo, por lo que el espaciado no ayuda tanto a distinguir dónde termina una palabra y dónde comienza la otra.
Las escrituras alfabéticas más antiguas (fenicia, hebrea y otras de la misma familia) no tenían mayúsculas, ni espacios, ni vocales (ver abjad) y utilizaban pocos signos de puntuación.
Esto funcionaba siempre que el texto se restringiera a una gama limitada de temas (por ejemplo, la escritura utilizada para registrar transacciones comerciales).
La mayoría de los textos se siguieron escribiendo en escritura continua, es decir, sin ninguna separación entre las palabras.
Además, los textos a veces se presentaban per capitula, con cada oración en su propia línea separada.
Se usaron diples (corchetes angulares), pero al final del período estos a menudo degeneraron en marcas en forma de coma.
Bajo su diseño per cola et commata, cada unidad de sentido tenía sangría y se le daba su propia línea.
En los siglos VII y VIII, los escribas irlandeses y anglosajones, cuyas lenguas nativas no se derivaban del latín, agregaron más señales visuales para que los textos fueran más inteligibles.
Las citas directas se marcaron con diples marginales, como en la Antigüedad, pero desde al menos los escribas del siglo XII también comenzaron a poner diples (a veces dobles) dentro de la columna de texto.
Los libros impresos, cuyas letras eran uniformes, podían leerse mucho más rápidamente que los manuscritos.
En el siglo XIX, la puntuación en el mundo occidental había evolucionado para clasificar las marcas jerárquicamente, en términos de peso.
El texto informal de tipo SMS tiende a eliminar la puntuación cuando no es necesaria, incluso con formas que se considerarían errores en una escritura más formal.
La tilde (~), que en tipo movible solo se utilizaba en combinación con vocales, por razones mecánicas terminó como una clave separada en máquinas de escribir mecánicas, y como con @, se le ha dado un uso completamente nuevo.
Por ejemplo: Hay tendencias que admiten su uso para separar dos miembros independientes de una oración, haya o no conjunción entre ellos, siempre y cuando sean realmente independientes; pues, si no, estaríamos en el caso anterior: También se utiliza para delimitar o aislar una aclaración o inciso (palabras u oraciones incidentales): Las locuciones conjuntivas o adverbiales, sea cual sea su posición, van precedidas y seguidas de coma, tales como: en efecto, es decir, en fin, por consiguiente.
Si dentro de lo ya entrecomillado apareciera una segunda cita, se utilizarían otras comillas, siendo preferibles las inglesas, para dejar como recurso final las simples.
Lo más frecuente es entrecomillar, desde fuera hacia dentro, en el orden siguiente: «...“...‘...’...”...» Las comillas simples se utilizan para marcar ejemplos en casos en que no resulta apropiado el uso de la cursiva.
(«¿Cuántos años tienes?») al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de exclamación (¡) y (!).
La adopción fue lenta, y se encuentran libros, incluso del siglo XIX, que no utilizan tales signos de apertura.
Una variante que no llegó a generalizarse fue la de utilizar la apertura únicamente cuando el enunciado fuera largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como «Quién vive?».
Incluso es común que en las salas de chat o conversaciones en línea en español se use solamente el signo (?)
Esto podría no tener gran importancia debido a que se está utilizando en conversaciones informales.
se utilizan para señalar el carácter exclamativo o representar una forma de actuar en una oración.
Se escriben para empezar y finalizar una oración exclamativa, exhortativa o imperativa.
En sistemas operativos de Apple se puede conseguir el mismo efecto con «Alt» y la tecla guion (-) en ordenadores Mac.