Pueblo canario

Su clima es subtropical, aunque varía localmente según la altitud y la vertiente norte o sur.

También estiman que los aborígenes han aportado ascendencia autosómica del 16-31 % a los habitantes modernos de las islas Canarias.

Estos resultados son similares para los otros individuos donde hay información disponible, aunque con menor cobertura, lo que sugiere que, al menos para esta muestra de aborígenes, el fenotipo dominante era intolerante a la lactosa, cabello oscuro, color de piel claro o mediano y ojos marrones.

Concretamente, estimó que la población canaria, a nivel autosómico, es un 75 % europea, un 22 % norteafricana y un 3 % subsahariana.

[16]​ A continuación se recoge la media por isla de ADN autosómico norteafricano y subsahariano respectivamente.

[17]​ Fuente: Genomic Ancestry Proportions (from ADMIXTURE, K-4) in Canary Islanders (Guillen-Guio et al.

[18]​ Este lenguaje silbado indígena fue inventado por los aborígenes y luego fue adoptado por los colonos españoles en el siglo XVI después de que los guanches se asimilaran culturalmente a la población.

Este idioma silbado también se hablaba anteriormente en El Hierro, Tenerife y Gran Canaria.

[19]​ Las fiestas que se celebran en Canarias son de carácter internacional, nacional y regional o insular.

También los aborígenes canarios que poblaron las islas con anterioridad a su conquista dejaron su impronta en el vocabulario isleño.

Bernard Parish que, estando geográficamente aislados, pudieron conservar su cultura y su dialecto hasta finales del siglo XX.

Con todo, sus descendientes se muestran orgullosos de su patrimonio y tienen fiestas anuales en Luisiana para celebrar su cultura.

Estos países caribeños están altamente influenciados por las primeras oleadas de colonos isleños que emigraron desde las islas Canarias.

Esto aumentó la emigración canaria a otras áreas de la América española, especialmente Argentina y Uruguay, así como proporcionó más inmigrantes para Venezuela, pero la mayoría continuó estableciéndose en Cuba.

Los apellidos de estas familias eran Marrero, Martínez, Mora, Morales, García, Ortiz, Romero, Acosta, Vera, entre otros.

Además de establecerse en Río Piedras, los canarios se distribuyeron en municipios cercanos tales como Humacao, Loíza, Bayamón, Toa, la costa desde Aguada a Cabo Rojo, Mayagüez, Añasco y Rincón.

El archipiélago canario pasaba por una situación económica difícil en este periodo por lo cual la emigración hacia Puerto Rico y diversas partes de América se veía como un hecho favorable.

La herencia canaria más evidente en Puerto Rico se puede presenciar hoy día mayormente en el léxico.

Palabras como «cachete» (mejilla), «ensoparse, enchumbarse» (mojarse), «cuarto» (dormitorio), «fósforo» (cerilla), «cocotazo» (golpe en la cabeza), «trapiche» y «guarapo» (referido a la industria azucarera), entre otras son utilizadas en el habla coloquial en Puerto Rico.

También había un pequeño flujo de colonos canarios que llegaron a la República Dominicana en la segunda mitad del siglo XVI, pero su lugar fue reemplazado por Cuba en los años ochenta del mismo siglo con nuevos colonos canarios.

Sin embargo, la República Dominicana a mediados del siglo XVII tenía, todavía, una población muy pequeña y sufrió dificultades económicas.

Así, para 1663 y por el Real Decreto del 6 de mayo se enviaron 800 familias canarias a la isla española.

Los canarios emigrados a Santiago de los Caballeros en las primeras décadas del siglo XVIII también desarrollaron una exclusiva milicia isleña.

En Bánica e Hincha, fundadas por los canarios entre 1691 y 1702, respectivamente, desarrollaron una región ganadera que creció gracias al comercio con Haití.

En el siglo XVII, cuando la corona española animó a la emigración canaria a América a través del tributo de sangre, muchos isleños se asentaron en la parte mexicana de la Península de Yucatán, en lugares como Mérida, Campeche y Quintana Roo (donde se establecieron 149 canarios entre 1733 y 1735), controlando, durante gran parte del siglo XVIII, el comercio exterior que servía a la península y siendo parte importante de las familias españolas establecidas en ella.

La Guerra Civil Española y la victoria del dictador Francisco Franco en 1939, llevarán al exilio a algunos destacados intelectuales canarios como Agustín Millares Carlo y Jorge Hernández Millares, que elegirán México para establecerse.

De hecho, se considera que Venezuela es el país del mundo con la mayor población canaria y es común decir tanto en las islas como en el país americano que "Venezuela es la octava isla de Canarias".

En el siglo XX, la emigración fue relativamente frecuente entre los isleños, sin alcanzar el volumen de destino de Cuba y Venezuela, y solo llegó a ser la quinta región española en inmigrantes en este país.

Según el padrón oficial, en sus orígenes estuvo compuesta por cincuenta familias de origen canario.

Los isleños también se establecieron en otras áreas del Uruguay, como Colonia, San José y Soria.

Localización de Canarias en el mundo
Niños canarios jugando con una piñata
Jóvenes cantando en Gran Canaria , en 1972
San Pedro de Betancur , el primer santo de origen canario
Monumento al emigrante canario en Garachico (Tenerife)
Isleño de Luisiana cargando pieles de rata almizclera de camino a una subasta de la FSA ( Farm Security Administration ) en Delacroix Island (Luisiana) en 1941
Main Plaza, San Antonio de Texas
La mayoría de los jíbaros puertorriqueños son descendientes de isleños canarios
Vista frontal de la iglesia de San Carlos, en San Carlos de Tenerife , ciudad fundada por canarios
Sor Juana Inés de la Cruz escritora novohispana (con raíces canarias)
Panorámica de Montevideo (capital de Uruguay). Fundada por canarios