Ptyonoprogne fuligula

Estas aves suelen anidar en solitario, no son gregarias, pero se pueden formar pequeñas colonias si el lugar es apropiado para tal fin.El médico, explorador y zoólogo alemán Martin Lichtenstein describió al avión isabelino formalmente como Hirundo fuligula en 1842 y luego el ornitólogo alemán Heinrich Gustav Reichenbach lo trasladó al género nuevo Ptyonoprogne en 1850.Si esto pudiera darse, se presentarían dudas acerca de su diferencia como especies.[11]​ Hay numerosas subespecies dentro de P. fuligula, diferenciadas por el tono del plumaje y el tamaño, si bien la distinción es clinal y las razas se reproducen entre sí en los lugares en los que sus áreas de distribución coinciden.[12]​ Por ejemplo, P. f. fusciventris es tan distinta a las subespecies del sur, que podría ser considerada una especie diferente.Esto lo llevó a sugerir que los dos grupos antes habían estado aislados, pero se estaban hibridando tras un contacto secundario.[13]​ Anteriormente se incluían en P. fuligula, aquellas subespecies pequeñas y de plumaje más claro (peroplasta, perpallida, presaharica, spatzi, arabica y buchanani), que habitan en las montañas del norte de África, la península arábiga y el sudeste de Asia, pero ahora se consideran como una especie separada, el avión pálido, tal como las llamó Jean Cabanis, el ornitólogo alemán que describió estos pájaros formalmente por primera vez.[14]​[15]​ Sin embargo, los cambios en tamaño y color de estos aviones son continuos y los ejemplares se suelen mezclar en las zonas donde conviven, por lo que la evidencia a favor de que sean especies diferentes no es clara.[16]​[14]​ Sin embargo, numerosas fuentes indican hoy en día que esta ave, también denominada Hirundo obsoleta,[17]​ es una especie separada de P.[15]​ Es un ave silenciosa; su canto es un gorjeo apagado, aunque otras llamadas incluyen una que recuerda al avión común, un sonido nasal y un gorjeo agudo que sirve de medio de comunicación.[23]​ Tienen colores más claros que esta última especie en su cuello, pecho y debajo de las alas.[25]​ El hábitat donde se lleva a cabo normalmente el apareamiento son terrenos con colinas o montañas donde hay acantilados, cañones y cavernas a una altitud de 3700 m s. n. m., aunque este avión también se puede ver en llanuras, especialmente si hay rocas o edificios allí, dado que los utiliza como sustitutos de los precipicios naturales.[25]​[23]​ Las parejas de avión isabelino generalmente anidan a solas, aunque si hay pocos espacios adecuados para ello formarán pequeñas colonias.Esto es más común al sur del Sahara, donde se han registrado colonias de cuarenta parejas.En África, la reproducción varía geográficamente y con las condiciones climáticas locales, aunque es normal que de abril a junio el apareamiento tenga lugar en Asia.El nido puede hacerse en una superficie vertical, en una grieta o en una estructura fabricada por el hombre y se reutiliza para las próximas crías en los años siguientes.En general, los pichones se demoran en abandonar el nido entre veintidós y veinticuatro días, o de veinticinco a treinta, aunque estos últimos números engloban también los retornos del pájaro joven al nido por alimento.[14]​ El avión isabelino ingiere principalmente de insectos cazados en pleno vuelo, aunque ocasionalmente se alimenta en el suelo.Dado que el período de permanencia en el nido no se prolonga en proporción a la reducción en la cantidad de comida, un individuo emplumecido que se haya criado con otros pichones puede pesar menos cuando lo abandone.
H. fuligata pretoriae en vuelo
La ciudad de Asuán , vista de arriba. Los aviones isabelinos suelen habitar en ciudades como esta, que se encuentran en medio del desierto.