Ptyonoprogne rupestris

Muchos ejemplares de Europa son residentes, pero las poblaciones más norteñas y las que habitan en Asia son migratorias, ya que hibernan en el norte de África, el Medio Oriente o la India.Los nidos suelen ser solitarios, aunque algunas parejas pueden anidar relativamente cerca en ubicaciones apropiadas.Los tres aviones de Ptyonoprogne son muy similares en comportamiento a las otras golondrinas del Viejo Mundo que construyen sus nidos con barro.El avión roquero fue descrito formalmente como Hirundo rupestris por el naturalista italiano Giovanni Antonio Scopoli en 1769,[3]​ si bien luego fue clasificado en el nuevo género Ptyonoprogne en 1850 por el ornitólogo alemán Heinrich Gustav Reichenbach.[5]​ El nombre del género se deriva del griego ptuon (φτυον), «abanico», en referencia a la forma de la cola cuando está abierta, y Procne (Πρόκνη), una doncella mitológica que fue transformada en una golondrina.Combina aleteos rápidos con planeos largos con las alas extendidas, y sus largas y flexibles plumas primarias le dan la agilidad necesaria para maniobrar cerca de las paredes de los acantilados.[17]​ Suele volar alto, y al hacerlo, muestra las manchas blancas en su cola cuando la despliega.Las parvadas asiáticas se trasladan al sur de China, la India y el Medio Oriente.[21]​[22]​ Al sur de las zonas donde normalmente hiberna, se lo ha visto vagabundeando en Gambia.[27]​ Se sitúa bajo una saliente en la pared rocosa de algún acantilado, en una grieta, una cavidad o en una estructura elaborada por el hombre.Son blancos, con manchas amarronadas particularmente hacia la zona más ancha, y miden en promedio 20,2 x 14 mm, además de pesar aproximadamente 2,08 g. Los incuba mayoritariamente la hembra, durante un período de trece a diecisiete días, hasta que nacen; los pichones se vuelven volantones de veinticuatro a veintisiete días más tarde.[7]​ Debido a esta frecuencia de alimentación, los adultos forrajean en las mejores zonas de caza en la vecindad inmediata del nido, ya que cuanto más lejos vuelen para conseguir su comida, más demorarían en alimentar a los pichones.[28]​ El avión roquero ha utilizado cada vez más en las últimas décadas las casas u otras estructuras construidas por el hombre para anidar.El autor sugirió que el clima cálido secaba los ríos de donde los padres obtenían el alimento.Es común que se alimenten también de especies acuáticas como los plecópteros, tricópteros o zapateros al menos en España e Italia.El avión roquero aprovecha la zona cercana al acantilado cuando caza, valiéndose de su gran habilidad para maniobrar y realizar giros cerrados.[30]​ Esta especie es presa ocasionalmente del halcón peregrino, con el que comparte el hábitat montañoso.[33]​ Se descubrieron dos nuevas especies de parásitos en este avión: la mosca Ornithomya rupes en Gibraltar y la pulga Ceratophyllus nanshanensis en China.Debido a lo ya mencionado y a estos elevados números, no se considera que el avión esté amenazado y se clasifica como especie bajo preocupación menor en la Lista Roja de la UICN.
Un grupo descansando en una superficie rocosa.
Un nido de avión roquero, con especímenes jóvenes.
Huevos de Ptyonoprogne rupestris .
Un grupo de aviones roqueros sobre un techo en Alcobaça , Portugal .
El complejo de cuevas de Gorham en Gibraltar es el dormidero de invernada que alberga la mayor cantidad de aviones roqueros a nivel mundial.