Psicología Cognitiva Posracionalista
El cognitivismo posracionalista adopta la epistemología evolutiva desarrollada por Donald Campbell, Konrad Lorenz y Karl Popper.Según esto, no sería adecuado sostener que el organismo humano primero registra estímulos asociados entre sí y luego analiza y abstrae intelectualmente para finalmente emitir respuestas, sino que la etapa de registro sensorial es ya un proceso de abstracción que crea significados idiosincráticos acorde a la experiencia y a la autoorganización del sistema individual.También la propuesta del epistemólogo Walter Weimer sobre las "teorías motoras de la mente" influyó en la conceptualización guidanista del sujeto como constructor activo de su experiencia subjetiva, que es emocional y cognitiva a la vez.Por tanto, el terapeuta no tiene un acceso privilegiado a la "razón" como en las terapias de Albert Ellis y Aaron Beck, sino que tiene una perspectiva particular acerca del mundo, como también el paciente tiene la suya propia.Adicionalmente, el cambio terapéutico se produce mediante nuevas vivencias afectivas y no a través de procesos puramente intelectuales.El cliente puede tener determinadas experiencias emocionales en la terapia que son discrepantes con sus experiencias anteriores, y puede procesar los recuerdos de su memoria episódica de maneras nuevas, más flexibles que las usuales.Los esquemas emocionales tácitos de autoorganización del cliente no se modifican a través de intervenciones que ocurren solamente en lenguaje verbal explícito y "racional" sino a través de experiencias emocionales del mismo nivel tácito, que es más abstracto que el pensamiento proposicional explícito.Los niveles tácito-emocional y explícito-verbal del sí mismo se determinar recíprocamente.Por otra parte, sería el Logos aquella capacidad para hacer inteligible la realidad y conocer/recordar la verdad.El llamado “momento cartesiano” [14] inaugura dos tradiciones aparentemente opuestas en tanto presuponen modos diferidos de acceso a la verdad: empirismo y racionalismo, en las cuales lo que vendrá a variar es al orden gnoseológico al cual deberá subordinarse el objeto de la teoría.De esta forma, generará una analítica del modo en que la vida se abre, con una comprensión (Verstehen), una disposición afectiva (Befindlichkeit) y la capacidad de articular lingüísticamente la significatividad (Rede) del mundo habitado.Balbi sostiene que a pesar del paso del tiempo transcurrido, el pensamiento de Guidano conserva su fuerza original gracias al vigor de los fundamentos epistemológicos y teóricos en los que se sustenta el modelo.Una perspectiva ontológica, evolutiva y procesual-sistémica, como la elegida por Guidano, es insustituible para cualquier modelo teórico que pretenda explicar la identidad personal[20].Respecto al abandono de la premisa asociacionista, Balbi cita una referencia de Guidano sobre su propio quiebre epistemológico (en este caso junto a Liotti)[21]: “[…] había un principio epistemológico común subyacente a los dos enfoques que, por razones opuestas, rechazábamos.Ambas terapias, psicoanalítica y behaviorista –o del comportamiento–, parecían aceptar el precepto conocido como asociacionismo.Balbi expresa su desacuerdo con la elección que hace Guidano del modelo epistemológico propuesto por Maturana.Cuando esto sucede, se ponen en marcha mecanismos defensivos que propician la aparición en el dominio fenoménico de aspectos parciales y disociados de aquellas representaciones, sentimientos e intenciones discrepantes, que, precisamente debido a que son parciales y disociados, son vividos como ajenos al sí-mismo.Cuando esto sucede, se ponen en marcha mecanismos defensivos que propician la aparición en el dominio fenoménico de aspectos parciales y disociados de aquellas representaciones, sentimientos e intenciones discrepantes, que, precisamente debido a que son parciales y disociados, son vividos como ajenos al sí-mismo.La disociación es una defensa diferente a las demás, no es un término como otro para indicar el proceso que Freud llamó represión, ni consiste en un simple aumento en el nivel de autoengaño en términos del modelo de Guidano.Acordando con lo señalado por Bromberg[35], Balbi sostiene que la disociación como defensa surge cuando el conflicto intrapsíquico se experimenta como insoportable, no sólo desagradable; éste es el caso cuando la discrepancia no ocurre entre contenidos mentales discordantes, sino entre estados ajenos del sí-mismo, entre estados del sí-mismo tan discrepantes que no pueden coexistir en un solo estado de conciencia sin amenazar con desestabilizar la continuidad misma de la experiencia de sí.Estas premisas son aplicables a todo el periodo del desarrollo evolutivo, y ésta recurrencia metarrepresentacional afectiva tácita es un proceso que subyace en todas las relaciones con un alto nivel de reciprocidad afectiva, como la que existe entre padres e hijos, y por ello, es predominante en la psicopatología que encontramos en el período evolutivo[45].La adolescencia, no sólo es la fase más larga del periodo evolutivo (11 a 27/30 años), sino también la más crítica, en la que el sistema del sí-mismo en su evolución temporal atraviesa numerosos periodos de metaestabilidad.