Joyce reconoció haberse inspirado en la obra Les Lauriers sont coupés del escritor francés Edouard Dujardin.
Este sesgo confundió al escritor Wyndham Lewis cuando leyó dicho pasaje en el Retrato, criticándolo como licencia vulgar.
Fue precisamente esta versión equivocada de Lewis lo que sirvió como pretexto a Kenner para su estudio.
En la traducción española del Retrato, a cargo de Damaso Alonso, se pierde este matiz expresivo joyceano, ya que Alonso propuso un simple «se encaminaba a» por repaired.
Virginia Woolf, por ejemplo, experimentó a fondo con sus posibilidades en su novela Al faro.