El concepto de prelest es muy importante en la espiritualidad ortodoxa y muchos Padres de la Iglesia, tanto antiguos cuánto modernos, escribieron extensamente sobre ilusiones espirituales, como identificarlas y como vencerlas.
El Nuevo Testamento frecuentemente advierte contra los falsos profetas, lo que dialoga con la idea de prelest.
El Apóstol Paulo advierte contra visiones ilusorias en la Segunda Epístola a los Corintios, y San Ignácio interpreta como un aviso contra la prelest en las siguientes palabras de la Primera Epístola la Timoteo: "O Timoteo, guardia el depósito que te fue confiado, teniendo horror a los clamores vanos y profanos y a las oposiciones de la falsamente llamada ciencia".
La hagiografía de la Iglesia Ortodoxa registra diversas historias en que sus santos habrían sufrido, o por lo menos sido intentados, por ilusiones espirituales demoníacas.
Pedro Atónita, el primer monje del Monte Actos, tuvo muchas falsas visiones tratando de asustarlo o engañarlo.
San Silvano de Monte Athos, en consonancia con su biografía escrita por el Archimandrita Sofronio estuvo en prelest dos veces.
San Paísios percibió que esta luz era de naturaleza demoníaca y volvió para el monasterio.