La plaza se llama así en honor a San Venceslao, el patrón de Bohemia.
Tiene forma rectangular muy alargada (750 m de longitud, superficie total 45 000 m²) orientada en dirección noroeste-sureste.
En el extremo sureste está el grandioso Museo Nacional Checo de estilo neoclásico, que domina la plaza.
Durante el movimiento nacionalista romántico checo del siglo XIX, se exigió un nombre más "digno" para la plaza.
Debido a que el país estaba todavía bajo la ocupación soviética, la victoria provocó grandes celebraciones.
Unas 150 000 personas se reunieron en la Plaza de Venceslao, y hubo algunos encuentros con la policía.
Esto daría como resultado una pavimentación uniforme, aceras más anchas, carriles para bicicletas y nuevos callejones.
La base, diseñada por el arquitecto Alois Dryák, tiene la inscripción: "Svatý Václave, vévodo české země, kníže náš, nedej zahynouti nám ni budoucím" ("San Venceslao, duque de las tierras checas, príncipe nuestro, no nos dejes perecer a nosotros ni a nuestros descendientes").