Pintura minoica

Los colores son planos y vivos, de gama reducida, conseguidos mediante pigmentos minerales.

En cuanto a la temática destacan las escenas de vida religiosa o cortesana, así como los paisajes.

Las figuras humanas representan a jóvenes: hombres atléticos con la piel rojo oscuro y mujeres con piel blanca vistiendo el traje típico de falda de volantes y corpiño que deja al aire los pechos.Las figuras se representaban muy estilizadas.

Fue en el periodo Minoico Reciente I o Neopalacial (a partir de 1700 a. C.) cuando apareció la pintura figurativa.

[2]​ Sin embargo, su carácter singular e innovador se distingue en tres aspectos fundamentales: Las pinturas minoicas incluyen representaciones de humanos, animales y paisajes.

[5]​ En las representaciones de mujeres es característico un atuendo compuesto por una falda acampanada y un corpiño ceñido que a veces deja los pechos al aire.

Otros lugares de Creta donde se han encontrado son Festo, Hagia Triada, Tiliso, Zacro, Amniso, Arjanes, Malia, La Canea, Galatás, Palekastro y Kommos.

También se han encontrado algunos fragmentos de obras que se consideran de arte minoico en otras zonas del Mediterráneo, como Tell el Daba (Egipto), Alalakh (Turquía), Tel Kabri (Israel) y Qatna (Siria).

Fresco del saltador de toros, del palacio de Cnosos.
Fresco del pájaro azul, hallado en la «Casa de los Frescos», de Cnosos.
Friso de los Grifos. Pintura mural de la sala del trono del palacio de Cnosos. Creta, periodo Minoico II, hacia 1450≈1400 a. C.
Algunas de las pinturas minoicas expuestas en el Museo Arqueológico de Heraclión.