Data aproximadamente del siglo XVI a. C. y se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
El asentamiento fue destruido durante una violenta erupción volcánica conocida como erupción minoica, que tuvo lugar en algún momento del siglo XVI a. C.[2] La erupción volcánica causó un cambio climático en la zona del Mediterráneo oriental y posiblemente en todo el planeta.
El adjetivo «minoica» se refiere a la civilización minoica, que dominaba esa parte del Mediterráneo desde la isla de Creta en el momento de la erupción.
Como resultado, varias piezas de arte minoico, principalmente los frescos, se conservaron como fragmentos en los escombros y los arqueólogos los han vuelto a montar.
En las cabezas de los animales se usó también el color rojo para mostrar sus detalles.