Ostenta una adornada gorra de plumas, y un collar.
Los fragmentos del fresco fueron encontrados en el palacio de Cnosos por el arqueólogo Arthur Evans en 1901, el cual creyó que representaba un rey-sacerdote, quizá el propio rey Minos.
Esta reconstrucción ha sido criticada debido, entre otros factores, a la escasez de fragmentos, que además podrían haber formado parte, originalmente, de personajes diferentes.
En particular, algunos creen que el torso debió pertenecer a la figura de un boxeador[2] mientras que la corona podría haber pertenecido a una esfinge.
Otros arqueólogos, sin embargo, apoyan la reconstrucción propuesta por Evans y Gilliéron.