Se apreciaban elementos tradicionales minoicos (ritos religiosos) e influencias ideológicas egipcias como barcos, bajorrelieves y representaciones de procesiones con ofrendas.
Son gruesas y están realizadas con piedras pequeñas e irregulares, siendo estas el único ejemplo de este tipo en todo el mundo minoico y micénico; no hay señales de que hayan tenido frescos.
[8] El túmulo es similar a dos tumbas micénicas encontradas en Farsalia, al norte de Grecia.
Una tumba similar, y más o menos del mismo periodo, fue descubierta en Arjanes.
[9] Se cree que posiblemente ambos cofres tenían tapa, pero nunca han sido encontradas.
[13] En los sarcófagos minoicos se realizaban perforaciones en su fondo, supuestamente para permitir el drenaje de los líquidos del cuerpo.
Los labrys están acoplados en dos postes, con lo que probablemente se buscaba una sensación de profundidad.
Las aves son un elemento recurrente del arte minoico, incluido en la cima de colinas, altares, cuernos o personajes femeninos.
Esta escena trascurre en un fondo blanco, que representa el día, ocupando casi la mitad de la imagen.
A la derecha del todo se ve una figura masculina extraña, compuesta por una cabeza colocada sobre un cuerpo bruto, sin brazos ni piernas.
Charlotte Long y Roberto Paribeni concluyeron que existe un paralelismo con las costumbres egipcias de inhumación.
[6][19] Confrontado con este conjunto, en el centro del sarcófago, tres figuras masculinas avanzan en dirección a la muerte o la divinidad.
El primero, y mayor, está coronado por dos pares de cornamentas, separadas por un arbusto.
[24] La primera mujer se encuentra, por tanto, frente a este mismo altar, levantando las manos sobre el cuenco.
Bajo la mesa se observan dos cabras y detrás a un joven músico que toca la flauta doble.
Está decorada por una escena con figuras pintadas sobre un fondo rojo, enmarcado por molduras con diseños geométricos y rosetones, similares a los de las otras caras del mismo.
Esta ave es diferente de las que hay en la cara norte y sur, tanto en forma como en tamaño.
El espacio sugiere que pudieron haber sido representadas tres o cuatro personas en este fragmento.
[30] El patrón realizado por rosetas es una parte importante de la decoración del sarcófago, empleado en todas sus caras.
Podrían ser interpretadas como un elemento decorativo más, pero su omnipresencia en todas las partes del sarcófago nos hace pensar que tenían un significado especial en las creencias minoicas.
[35] Igual que en el sarcófago, las espirales se asocian al mar y a las cabras.
[39] Por otro lado, el pájaro de la cara sur del sarcófago se asemeja a varias especies por su plumaje, como las águilas, los cuervos o los cucos.
Hasta ahora no se ha logrado un consenso sobre qué especies están siendo representadas en el mismo.
[n 12][40] Las cuatro fases del sarcófago se pueden dividir en varios registros según el color determinado de la zona.
Si observamos todas sus caras veremos una alternancia de azul, rojo, amarillo y blanco.
La cara este, tras las figuras de los grifos, tiene un fondo rojo brillante, pero el lado oeste tiene una primera parte blanca y la inferior amarilla.
Al restaurar el sarcófago, los investigadores se dieron cuenta de que las rosetas fueron primeramente talladas en la piedra.
Cuando se rompió el sarcófago quedó patente la utilización de témpera, un material ampliamente empleado en Egipto.
[45] El lapislázuli, encontrado en Pakistán, Afganistán y Tayikistán, fue importado al Egeo por la costa de Oriente Medio.
[6][19] Este sarcófago no se ha interpretado como un elemento aislado del arte Egeo, pero sí como una expresión de poder micénico, para intentar establecer su desarrollo político, económico y cultural a través del arte y la arquitectura.