La pesca artesanal se practica en los 6435 km de costa del país y combina técnicas industriales con tradiciones prehispánicas.
Posteriormente, el Estado, primero como política social y luego para promover la acuicultura en Chile, jugó un papel activo en la creación de granjas piscícolas que liberaron a los ríos diversas especies como la trucha arcoíris, la trucha marrón, la trucha de arroyo; y especies anádromas como el salmón plateado, el salmón rey y el salmón del Atlántico.
Esta cuota se aplica tanto a dónde y cuándo pueden ir los pescadores después de su captura, así como qué tipos de peces pueden capturar y cuántos en un período determinado.
Estos miles de pescadores representan casi la mitad del sector pesquero en Chile (alrededor del 45%) pero luchan contra la creciente presencia industrial, especialmente en Valparaíso y otras zonas como Biobío, Chiloé y Pelluhue.
Sin embargo, esto también creó problemas ya que ciertos peces solo se pueden capturar más lejos.
[8] El principal argumento del ministro Pablo Longueira para defender la legislación fue que iba a “promover la sostenibilidad de los recursos pesqueros”, pero, al examinarla, no es así.
[8] El turismo de pesca recreativa en los ríos del sur de Chile ha ganado fama mundial en las últimas décadas, atrayendo a personalidades como Harrison Ford, Michael Douglas y Kevin Costner.