En Menorca el talayot es poco frecuente que tenga cámara interior, por lo tanto suele ser macizo.
Se reafirma la jerarquización social y la división del trabajo, fruto de un estadio cultural plenamente urbano.
Es a partir de esta etapa que se construyen unos santuarios únicos en el Mediterráneo: las Taula.
Los poblados interiores son destruidos y reconstruidos durante las guerras púnicas pero finalmente caen en decadencia.
La presencia continua de comerciantes forasteros hace acercarse a sus embarcaderos comunidades talayóticas tardías.
Esta propuesta del Grupo de Arqueología Social del Mediterráneo dirigido por V. Llull, considera que las primeras manifestaciones talayóticas se producen hacia el 1000 aC, momento en que aparecen los primeros talayots y de forma contemporánea a los últimos naviformes pretalayóticos.
Apuestan por nombrar cada etapa a partir de los elementos propios que en cada momento habitaron Baleares.
La etapa comprendida entre el 500 aC y la romanización (siglo I a. C.) Se denomina Talaiótico Final, y se caracteriza por una serie de cambios sociales, posiblemente relacionados con la creciente influencia del mundo colonial púnico.
[12] Siguiendo los datos del sector oeste de Cornia Nou, parece que la cabaña ganadera estaba formada prácticamente por cabras-ovejas (76%) y en menor medida por cerdos (16%) y vacas (8%), estas últimas utilizadas, seguramente también, como fuerza de trabajo.
Tan solo podemos intuir que abandonan los rituales vinculados al mundo subterráneo (Cueva des Mussol) y que hay un cierto crecimiento de la presencia del toro en algunos rituales, sobre todo en el mundo funerario.
En cuanto a los hábitats y los recintos religiosos poco o nada es lo que se conoce.
Un construcción característica y exclusiva del talayótico en Menorca son las llamadas navetas de enterramiento.
El acceso es de pequeñas dimensiones, y estaban destinadas exclusivamente al enterramiento colectivo.
Se trata del elemento arquitectónico que da nombre a la etapa cultural.