Romanización de Menorca

Se denomina romanización de Menorca al proceso que conllevó la ocupación militar romana: la colonización y la gradual aculturación de la población indígena talayótica que, en consecuencia, llevaría a su extinción definitiva como cultura diferenciada.

Pero a pesar de ello, la piratería incomodaba el tráfico comercial romano.

Tardó dos años (hasta el 121 aC) para pacificar las islas y poner los fundamentos de la administración romana.

Es evidente que las buenas relaciones que habían tenido con el mundo fenicio pasan factura, y las civitates romanas menorquinas son reducidas a la condición de ciudades estipendiarias.

En cambio en Mallorca, la belicosidad de los talayóticos con los cartagineses y los sucesivos actos de apoyo bélico a las tropas romanas hizo que Roma otorgara más privilegios y aportara más colonos a las ciudades que fundaría.

También se comercializaban caracoles (una variedad balear que vive en agujeros), miel, y liebres.

[4]​ Tenemos en Menorca una serie de documentos epigráficos estudiados por diversos investigadores com el padre Cristóbal Veny o Marc Mayer, entre otros, que nos informan sobre diferentes cuestiones relacionadas con la Menorca romana.

La relación no es del todo clara para que la fundación de la colonia fenicia de Nora fue atribuida al héroe epónimo Norax, que llegó a Cerdeña desde Tartessos (actual Andalucía).

Hispania Citerior
Extensión de la Mago romana (según GÓMEZ, M.; GARRIDO, E. (2013). Soporte de escultura con decoración vegetal procedente del fórum de Mago (Mahón, Menorca). Pyrenae, 44, núm. 2 (2013).)
Busto del emperador Tiberio hallado en Mago (Mahón)
Inscripción epigráfica de Calescoves (Alayor-Menorca)