Suele ser el centro de las concentraciones más emblemáticas que se producen en la ciudad.
[1] Esto fue así hasta que en el siglo XVI, tras la conquista de Navarra, se construyeron las murallas modernas (las que hoy conocemos) y esta zona quedó dentro del cinturón de dichas murallas.
[1] No fue hasta el siglo XIX cuando esta zona se convirtió en paseo, tal como la conocemos actualmente.
La razón (aunque el asunto no está, ni mucho menos, cerrado) la explicó el médico e historiador José Joaquín Arazuri.
De estilo clásico por ser un edificio institucional (en los años 20 imperaba las teorías novecentistas en que para las instituciones se empleaba este estilo) y con proporciones equilibradas, con reflejo neoclásico del Palacio.
La zona noble esta destacada mediante cuatro columnas en el frontis al paseo y por pilastras en la fachada de la avenida.
También hay cinco placas con inscripciones alusivas a la defensa de los Fueros.
Situado en el lado oeste del Paseo, se construyó en 1892 como Palacio de Justicia y mantuvo esa función hasta el año 1996.
Actualmente, y desde el año 2002 tras una reforma integral que solo mantuvo la fachada exterior, es sede del Parlamento de Navarra.